Las Fuerzas Armadas de Ucrania han sido un pilar fundamental en la historia y la soberanía de la nación. Desde su formación durante la Primera Guerra Mundial, cuando Ucrania proclamó su independencia y creó su propio ejército, hasta los desafíos contemporáneos, el ejército ucraniano ha experimentado una evolución significativa.
La historia del ejército ucraniano se remonta a tiempos tumultuosos, enfrentando intervenciones extranjeras y conflictos internos que impidieron la consolidación de su soberanía tras la Primera Guerra Mundial. A pesar de los esfuerzos del Ejército de la República Popular de Ucrania, el país fue incorporado en gran parte a la Unión Soviética.
Tras la disolución de la URSS, Ucrania restauró sus Fuerzas Armadas en 1991, heredando su doctrina militar pero también iniciando un proceso de transformación. Las Fuerzas Armadas de Ucrania han participado en operaciones de mantenimiento de la paz y han establecido la integración en la OTAN como un objetivo estratégico. En años recientes, han desempeñado un papel crucial en la defensa de la soberanía del país, especialmente durante la guerra en Donbás y la invasión rusa de Ucrania en 2022.
La modernización y experiencia en combate adquirida a lo largo de los años han sido vitales para el ejército ucraniano. Desde el conflicto en Donbás en 2014, las Fuerzas Armadas han experimentado una inversión y modernización sin precedentes, lo que ha fortalecido su capacidad de respuesta ante amenazas y ha mejorado su posición como potencia militar en el ámbito internacional.
El ejército ucraniano, aunque superado en número y armamento frente a las fuerzas rusas, ha mostrado resiliencia y adaptabilidad. La inversión y modernización en las fuerzas armadas de Rusia han sido significativas, pero los especialistas militares reconocen la difícil posición de Ucrania y la complejidad de defenderse ante un ataque multifacético. Ante la minoría de personal y económica del ejército ucraniano ante su invasor, es crucial la adaptación de las nuevas tecnologías y claro ejemplo de ello es el uso de drones no profesionales usados como arma de guerra. (Más detalles en el video adjunto).
La Armada de Ucrania, encargada de la defensa de los intereses nacionales en el Mar Negro y el Mar de Azov, así como de la protección de las costas y rutas marítimas clave, es un componente esencial de las Fuerzas Armadas y refleja la diversidad y especialización de las ramas militares del país.
En términos de personal, las Fuerzas Armadas de Ucrania cuentan con aproximadamente 800,000 miembros activos y 900,000 reservistas a partir de 2023. El presupuesto militar para 2024 se estima en 1,69 trillones de grivnas ucranianas, lo que representa un 22,1% del PIB del país.
Un ejemplo de la situación actual de las Fuerzas Armadas es la 47ª Brigada Mecanizada, conocida por ser una unidad completa con armamento occidental y formación de la OTAN. Sin embargo, ha enfrentado desafíos significativos, como la falta de armamento y errores propios, que han sido claves para entender el avance ruso en el frente.
El hundimiento del Moskvá, buque insignia de la Flota del Mar Negro de la Armada rusa, se convirtió en un evento significativo en este conflicto. Según informes, el Moskvá fue alcanzado por dos misiles antibuque ucranianos R-360 Neptuno, lo que provocó un incendio y la posterior explosión de la munición a bordo.
Este suceso marcó el hundimiento del buque de guerra ruso más grande en tiempos de guerra desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la primera nave capitana rusa hundida desde el Knyaz Suvórov en 1905, durante la guerra ruso-japonesa. Las cifras de bajas varían según las fuentes, con reportes que van desde un fallecido según Rusia hasta estimaciones de cientos de fallecidos según otras fuentes.
Más allá del Moskvá, la guerra en Ucrania ha visto la pérdida de varios otros buques. Un análisis de las bajas navales de ambos bandos indica que Rusia ha perdido cuatro naves, mientras que Ucrania ha sufrido la pérdida de 15 embarcaciones. Estos eventos subrayan la intensidad y la gravedad del conflicto marítimo en la región.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, la solidaridad internacional ha jugado un papel crucial en la respuesta a la crisis humanitaria y en el apoyo al país en su lucha por la soberanía y la integridad territorial. La Unión Europea (UE), junto con sus socios internacionales, ha estado al frente de este esfuerzo global, condenando la agresión y proporcionando ayuda en varias formas.
La Comisión Europea ha sido una fuerza motriz en la movilización de apoyo a Ucrania, ofreciendo asistencia política, financiera y humanitaria. Esto incluye la acogida de refugiados, la imposición de sanciones a Rusia y el respaldo a los esfuerzos de Ucrania para integrarse en la UE. Además, la UE ha desembolsado fondos significativos para ayudar a Ucrania a mantener la estabilidad macro financiera y promover la recuperación a corto plazo, así como para la reconstrucción y modernización del país.
El Mecanismo para Ucrania, establecido por la UE, agrupa el apoyo presupuestario en un único instrumento, proporcionando a Ucrania un respaldo coherente y flexible adaptado a los desafíos sin precedentes que plantea apoyar a un país en guerra. Además, el Fondo de Ayuda a Ucrania, creado dentro del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, ha asignado miles de millones de euros para apoyar militarmente a Ucrania.
La Comisión Europea también ha organizado conferencias para movilizar el apoyo internacional para la estabilización económica y social de Ucrania y para su reconstrucción y recuperación de los efectos de la guerra. Estas acciones reflejan el compromiso de la UE y sus socios de apoyar a Ucrania en todas las etapas del camino hacia la recuperación y la reconstrucción.
La solidaridad internacional con Ucrania no solo se manifiesta en el apoyo político y económico, sino también en el corazón y la voluntad de las personas de todo el mundo que buscan ayudar. Desde voluntarios que trabajan en el terreno hasta aquellos que contribuyen con donaciones, la comunidad global ha mostrado una resiliencia y un compromiso admirables con los valores de libertad y democracia.
En conclusión, las Fuerzas Armadas de Ucrania han recorrido un camino lleno de desafíos y transformaciones. Su historia y evolución son testimonio de la resiliencia y el compromiso de una nación con su independencia y soberanía. A medida que el contexto geopolítico continúa evolucionando, el ejército ucraniano se mantiene como un actor clave en la defensa y el futuro de Ucrania.